Miguel Rodríguez, encargado del programa Supérate en Dajabón, muere repentinamente. Comunidad lamenta su pérdida y destaca su labor social.
La comunidad de Dajabón está de luto tras conocerse la triste noticia del fallecimiento de Miguel Rodríguez, quien se desempeñaba como encargado del programa de ayuda social Supérate en esta provincia.
Su muerte ocurrió de forma repentina y ha dejado a muchas personas impactadas, ya que era muy querido y conocido por su dedicación al trabajo comunitario y al bienestar de las familias más necesitadas.
Según las informaciones preliminares ofrecidas por fuentes cercanas, Miguel Rodríguez habría sufrido un infarto fulminante mientras se encontraba en el baño de su residencia, ubicada en el sector La Bomba, en Dajabón.
El hecho sucedió de forma inesperada y no dio tiempo a que se pudiera hacer algo para salvarle la vida. Su partida ha causado gran tristeza entre sus familiares, compañeros de trabajo y vecinos, quienes lo describen como una persona amable, trabajadora y siempre dispuesta a ayudar a los demás.
Miguel era muy respetado en la comunidad por su papel dentro del programa Supérate, un plan del Gobierno que busca apoyar económicamente a familias en situación de vulnerabilidad.
A través de este programa, Miguel tuvo contacto directo con cientos de beneficiarios, a quienes atendía con respeto y empatía. Su compromiso con la justicia social y con mejorar la calidad de vida de muchas personas lo convirtió en un pilar dentro de la estructura local del programa.
En redes sociales, amigos, familiares y compañeros han comenzado a compartir mensajes de despedida y muestras de afecto. También se han publicado mensajes de solidaridad hacia su familia, quienes atraviesan un momento de gran dolor.
Aunque su partida ha sido sorpresiva, el recuerdo de su labor permanece vivo en la memoria de todos aquellos a quienes ayudó durante su tiempo en el programa Supérate.
Desde este espacio enviamos nuestras más sinceras condolencias a sus seres queridos. Deseamos que encuentren fortaleza en medio del dolor y que el legado de Miguel Rodríguez continúe siendo un ejemplo de servicio, dedicación y compromiso con los demás.