
Rafelina Báez Pimentel, una joven cuya edad exacta no ha sido especificada, fue reportada como desaparecida por sus familiares, quienes exigen ayuda ciudadana para localizarla.
Su última paradera conocida y las circunstancias de su desaparición no han sido detalladas, pero la angustia de sus seres cercanos se refleja en un llamado urgente a través de redes sociales y medios locales.
Nombre completo: Rafelina Báez Pimentel.
Contacto prioritario: Familiares piden reportar cualquier información al número 849-898-3169.
Apariencia física: Aunque no se proporcionaron características específicas, se enfatiza que es joven y su imagen podría circular en redes comunitarias.
En República Dominicana, 2 de cada 3 personas desaparecidas son mujeres menores de 30 años, según el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS, 2023). Muchos casos se resuelven en las primeras 72 horas, pero expertos insisten en que la difusión inmediata es clave.
“Rafelina es una hija, una hermana, y merece volver a casa. Rogamos a quien sepa algo que nos ayude”, declaró un familiar anónimo a este medio, bajo un tono de desesperación contenida.
Colectivos como Buscando Ángeles RD ya movilizan voluntarios para amplificar la búsqueda.
- No confrontar: Si ves a Rafelina, contacta de inmediato a las autoridades o a la familia.
- Comparte responsablemente: Difunde solo fotos oficiales y evita especulaciones.
- Reporta a las autoridades: La Policía Nacional cuenta con la Unidad de Personas Desaparecidas (809-682-2151).
La etiqueta #EncontrarARafelina comienza a viralizarse en plataformas como Instagram y Facebook, donde usuarios comparten el número de contacto y piden “no normalizar las desapariciones”.
Mientras el reloj avanza, cada minuto cuenta. La comunidad tiene en sus manos el poder de ser los ojos de una familia destrozada.
Actualizaremos en cuanto haya novedades.
¿Por qué importa?: Las desapariciones en República Dominicana suelen recibir atención mediática limitada, especialmente en casos de familias humildes.
Este caso es un recordatorio de que detrás de cada estadística hay un rostro, un nombre y una historia que clama justicia.
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