
SANTO DOMINGO. – El coach en finanzas Juan Carlos Guilbe informó a través de sus redes sociales que, junto a la comunicadora Hony Estrella, realizaron una visita este martes a la primera familia impactada por el derrumbe en la discoteca Jet Set, comprometiéndose a asumir el cuidado de cinco niños que quedaron huérfanos tras el trágico evento.
La visita tuvo lugar en el municipio de Haina, San Cristóbal, donde ambos conocieron la historia de dos hermanas que perdieron a sus esposos en el accidente ocurrido el pasado martes 8 de abril, cuando colapsó el techo del centro de entretenimiento.
El gesto de solidaridad fue compartido por Guilbe, quien describió la experiencia como “desgarradora y depresiva”, y aseguró que, con los recursos que puedan aportar, se harán cargo de los gastos de educación, salud y alimentación de los cinco menores afectados.
“Que no les falte nada de lo que sus padres en vida les proveían”, expresó Guilbe, dejando clara su intención de brindar un respaldo concreto a esta familia que hoy enfrenta una dolorosa realidad. Su mensaje, difundido ampliamente en redes sociales, ha generado una ola de reacciones de apoyo y admiración.
El coach financiero también alertó que esta situación no es un caso aislado. Señaló que existen cerca de 100 menores en condiciones similares o más críticas, tras perder a sus padres o tutores en el mismo suceso, por lo que hizo un llamado urgente a la solidaridad y a la acción organizada.
Para canalizar la ayuda de manera estructurada y transparente, Guilbe anunció que están en proceso de coordinación de una reunión con la primera dama, Raquel Arbaje, con el objetivo de gestionar la asistencia a todas las familias afectadas por la tragedia.
Asimismo, aclaró que ni él ni Hony Estrella manejarán dinero directamente y que en los próximos días ofrecerán más detalles sobre cómo se llevará a cabo el proceso de ayuda.
Este compromiso asumido por Juan Carlos Guilbe y Hony Estrella resalta la importancia de una respuesta social solidaria frente a una tragedia que ha dejado a muchas familias desprotegidas. Su gesto se convierte en un llamado a la acción colectiva para atender las consecuencias humanas más profundas de lo ocurrido en Jet Set.