
El lunes por la mañana, mientras retiraba algunos objetos personales en las oficinas de la Fiscalía del Distrito Nacional, Félix Manuel Soto rompió el silencio con un relato cargado de emoción. Fue uno de los pocos que logró salir con vida del colapso de la discoteca Jet Set, un suceso que el pasado 8 de abril estremeció profundamente a toda la nación.
Aún conmovido por lo ocurrido, describió su experiencia como algo más allá de la lógica humana. “Una viga enorme cayó justo detrás de mí. No hay otra explicación… fue como si una fuerza me empujara fuera del peligro”, contó, intentando poner en palabras una vivencia que aún lo persigue en cada pensamiento.
Soto afirma que ese instante marcó un antes y un después en su existencia. Con lágrimas contenidas, expresó que siente haber recibido una nueva oportunidad.
“Desde ese momento, todo cambió. Es como si volviera a nacer”, dijo, con la voz entrecortada y la mirada perdida entre recuerdos difíciles de borrar.
Su historia se suma a las de muchos otros que lograron salir del desastre, pero que hoy cargan con el peso de haber sobrevivido donde otros no lo hicieron.
En tanto las autoridades siguen investigando el origen del colapso, las heridas emocionales de los sobrevivientes continúan abiertas, reflejando la dimensión humana de una noche que alteró el curso de cientos de vidas.