
La madrugada del 8 de abril fue una de las más tristes en la historia reciente de la República Dominicana. Ese día, el techo de la discoteca Jet Set colapsó y provocó la muerte de 235 personas y dejó decenas de heridos.
Entre las víctimas mortales se encuentra el reconocido comunicador Luis José Galán, mejor conocido como “El Centinela de la Verdad”. Era una figura de respeto en el sector Los Alcarrizos, donde condujo un programa con ese mismo nombre.
Luis José nació el 13 de noviembre de 1977 en Constanza. En 1995 se trasladó a Santo Domingo. Era hermano gemelo de José Luis Galán Batista, con quien tenía un parecido tan fuerte que era difícil distinguirlos.
Fue el cuarto de seis hermanos. Él y su gemelo fueron hijos de Caonabo Galán y Juanita Batista. Su madre falleció cuando ellos tenían 17 años. Esta pérdida marcó a la familia desde temprana edad.
Luis José dejó en vida a sus cuatro hijas: Mía Alejandra Galán Ventura, de 18 años; Gía Galán Rojas, de 17; Nidia Margarita Galán Ramos, de 15; y Yanna Elisa Galán Ramos, de 13 años.
Personas cercanas lo describen como un ser humano increíble. Según sus allegados, “El Centinela de la Verdad” transmitía alegría y amor por donde pasaba. Siempre estaba acompañado de una sonrisa afable.
Junto a su hermano gemelo, fue un personaje alegre dentro de su familia. Nunca mostraba tristeza. Su actitud positiva era constante y formaba parte esencial de su identidad.
En 2002, su hermano sufrió una condición de salud. Luis José, sin dudar, le donó un riñón para salvarle la vida. “Luis José arriesgó su vida para darme vida a mí sin importar el riesgo al que estaba expuesto”, afirmó su hermano.
Su gemelo aún no se recupera del impacto de la noticia. Compartían una relación inseparable y una complicidad profunda. Para él, Luis José fue un hombre extraordinario y de trato único con todos.
Vivió su vida apegado a los valores familiares inculcados por sus padres. Tenía una fe firme. Sus frases eran “La Gloria es de Dios” y “Señor, en tus manos encomiendo mi espíritu”, que decía al acostarse y al despertar.
Fue un comunicador apasionado, luchador, con muchos sueños y planes. Era respetuoso de su profesión. Amigos y allegados lo recuerdan como una persona comprometida con su entorno y la verdad.
Luis José Galán fue más que un líder: fue un servidor. Creía firmemente en la palabra como herramienta de transformación. Dejó una huella imborrable entre quienes lo conocieron.
Su estilo jocoso y auténtico permanece en el recuerdo de muchos. Tenía una complicidad única con su hermano, con quien compartía todos los aspectos de su vida diaria.
Además de comunicador, Luis José también trabajaba como alguacil en la Suprema Corte de Justicia. Colaboraba con el director de Promesecal, Adolfo Pérez, quien lo definió como un hombre honesto y fiel a la verdad.