
Daniel Encarnación Sánchez, un joven de 20 años originario de la República Dominicana, fue deportado a su país natal después de verse involucrado en una serie de graves delitos tras ingresar ilegalmente a Estados Unidos.
Encarnación Sánchez había cruzado la frontera estadounidense de manera irregular en noviembre de 2023, utilizando rutas peligrosas por Centroamérica, un trayecto seguido por muchos dominicanos en busca de mejores oportunidades. Su entrada al país se dio en medio de un flujo creciente de migrantes que, entre 2022 y 2023, intentaron llegar a Estados Unidos por vías no oficiales.
Según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Encarnación Sánchez fue arrestado el 7 de febrero de 2024 por la policía de Boston. Enfrentaba acusaciones de agresión a un oficial y de estar involucrado en el tráfico de sustancias controladas, como heroína y crack, lo que complicó aún más su situación migratoria.
Aunque había sido notificado para comparecer ante un juez migratorio el 21 de noviembre de 2023, sus antecedentes delictivos posteriores le impidieron regularizar su estatus en el país.
A finales de noviembre de 2024, Encarnación Sánchez fue procesado formalmente por posesión y tráfico de drogas, lo que resultó en la emisión de una orden de detención migratoria por parte del ICE. El joven permaneció bajo custodia en la Casa Correccional del Condado de Middlesex.
Su historial delictivo continuó el 6 de febrero de 2025, cuando fue arrestado nuevamente por agredir a un oficial de policía, lo que llevó a las autoridades a acelerar su deportación.
Finalmente, el 16 de marzo de 2025, Encarnación Sánchez fue repatriado a la República Dominicana. La directora interina del ICE en Boston, Patricia H. Hyde, señaló que la deportación se llevó a cabo como parte de la política de no tolerancia contra individuos que representen una amenaza significativa para las comunidades de Estados Unidos.
Este caso refleja una tendencia creciente en la que los migrantes irregulares, al verse involucrados en actividades delictivas graves, terminan enfrentando deportación inmediata.